El Kitsch Limeño

El Fractal de la arquitectura limeña

Un recorrido por las calles limeños nos da un inventario de lo que la arquitectura local está atravesando. Desde las laderas del cerro San Cristóbal hasta las laderas de la Costa Verde y Larcomar: el informalismo, el caos, la auto organización, la autoconstrucción, la yuxtaposición, la superposición, los “modelos aerodinámicos”, los pastiches coloniales y vernaculares, las influencias extranjeras.

La arquitectura limeña es entonces multicultural, una arquitectura en su mayoría impulsada por los diversos grupos sociales. Es tema de este trabajo analizar las arquitectura de las masas conocida como Kitsch.

La arquitectura Chicha

En este caso se nos ofrece una arquitectura evocadora y digerible: techos a dos aguas y tejados, vanos en arco, volados aerodinámicos (reminiscencias del balcón limeño), balaustres de madera, texturas, etc. Una collage de elementos regionales mezclados con la tecnología que ofrecen los materiales modernos (concreto, acero, vidrio polarizado).

Para entender la difusión y la influencia que ejerce este estilo arquitectónico sobre la cultura de masas es necesario explicar dos momentos:

a) Un primer momento (años 60’s-70’s) en la cual los artífices de esta arquitectura ofrecen a los sectores sociales despojados del poder por la dictadura militar velasquista, la idea de lo “bonito” de la arquitectura colonial, de la casa hacienda que hubo en una época mejor a través de la superficialidad de los ornamentos. Es así que tranquiliza al consumidor a través de la provocación de efectos, convenciéndole de haber realizado un encuentro con la cultura, de forma que no se plantee otras inquietudes.

b) Un segundo momento se da en la migración de los pueblos andinos a Lima a causa del terrorismo (80’s-90’s). El migrante despojado de su identidad cultural en esta Lima, tiene ahora que adaptarse y demostrar que puede ser moderno. El migrante andino no entiende de la arquitectura colonial limeña pero adopta esta arquitectura de los altos grupos sociales (arquitectura san borja) creyendo obtener bienestar social, modernidad tecnológica y cultura con los pastiches nacionalistas.

El puente “Rayitos de Sol”

Sin embargo no es solo de la arquitectura histórica de lo que se nutre la actual arquitectura limeña. En las intervenciones urbanas hemos visto nuestro esfuerzo por estar a la par con las innovaciones arquitectónicas-tecnológicas extranjeras.

Uno de los casos más notorios es el conocido puente Rayitos de Sol. Un paseo bajo los tensores iluminados de este puente nos puede dar una nueva experiencia peatonal.

Está inspirada notoriamente en las grandes infraestructuras de puentes en Europa que nos recuerdan a los de Calatrava. Es entonces un elemento que anteriormente ha pertenecido a un contexto e insertado en otro muy diferente desvirtuando sus intenciones originales para solo causar efecto entre la masa deseosa de experiencias inéditas. Ese fin de causar solo efecto viene acentuada por las led de luces que acentúan su carácter.

Entonces es este un elemento Kitsch por ser un “consumo de la forma”, es aquello que se nos parece como algo consumido; que llega a las masas del público porque ha sido consumido y se depaupera porque el uso al que ha sido sometido por el número de usuarios ha acelerado e intensificado su desgaste.

Los restaurantes Chifa

La arquitectura peruana también ha sido muy afectada por culturas internacionales. Tal es el caso de la cultura china que ha escrito buena parte de la historia peruana.

La tipología de los restaurantes chifas es Kitsch pues muestran la inserción de una nueva cultura en otra pues toma elementos notorios, divulgados y consumados como es la cultura china y busca con ella provocar el efecto de conocer la cultura china con el solo fin de comer en tal establecimiento. Es por eso que vemos el afán de decorar el establecimiento con ornamentos orientales y la adaptación de las fachadas e interiores para este fin.

Otro ejemplo que podríamos poner son los casinos con su estilo de casino de Las Vegas, para darnos la sensación de que estamos definitivamente ahí y más como una señal que los identifica como casino.